Función social de la educación
- Marianita Zúñiga Miranda
- 11 oct 2018
- 2 Min. de lectura
Al iniciar esta sesión la compañera Laura nos compartió su exposición referente a la función social de la educación. En donde se dio especial énfasis en la necesidad del ser humano de cultura para sobrevivvir, en tanto que la educación influye en la cultura y viceversa.
Según Fernández (1997), la escuela al ser una institución para la sociedad gestiona colectivos, no tanto individuos. De esta forma los alumnos aprenden a comportarse como miembros de la sociedad y como ésta desea que ellos se comporten en el futuro. Así podemos observar la vinculación que hay entre la sociedad y educación, en donde la primera recibe cultura de la segunda.

Resulta interesante conocer, en este aspecto, las ideas de Durkheim (1975) quién menciona que la educación no es más que una acción ejercida por adultos sobre aquellas que aún no son lo suficientemente maduras para disfrutar de la vida social (de forma física, intelectual y moral). La educación desde esta perspectiva es vista, como lo vimos en clase como un motor de cambio de la sociedad, siendo una especie de utopía.
De esta manera, actualmente se exige a las personas que asistan cierta cantidad de años a la escuela y que tengan ciertos conocimientos con el fin de conseguir una serie de habilidades para la vida. Como lo precisa Delval (1999, p. 67) "la asistencia a la escuela es lo único que puede garantizar la adquisición de los valores dominantes en la sociedad y que debe ser el vehículo preferente para la socialización."
Finalmente, según la Ley Orgánica General del Sistema Educativo de España (1990) derogada en el 2006, dictaba que el objetivo fundamental de la educación es proporcionar a los niños, niñas y jóvenes una formación que permita el desarrollo de una identidad propia que integre la parte moral. En tanto, se pueden atribuir diversas funciones a la educación, sin embargo considero que las primordiales son aquellas que potencien las habilidades para la vida del estudiante.
Dentro de esta perspectiva, no se debe dejar de lado el papel del docente quién primeramente debe ser optimista en cuanto a nuestra labor, creer en que lo que se hace y en los frutos que puede dar este proceso. Vinculando de la mejor forma las familias de los estudiantes.
La clase terminó con la asesoría del docente a nuestras investigaciones posterior a la ejecución de un pequeña actividad evaluativa por parte de la expositora.
Referencias bibliográficas:
Delval, J. (1999). Aprender en la vida y en la escuela. Madrid: Morata. Recuperado de http://www.politecnicometro.edu.co/biblioteca/primerainfancia/Aprender%20en%20la%20vida%20y%20en%20la%20escuela.pdf
Durkheim, E. (1975). Educación y sociedad, Barcelona: Península.
Fernández Enguita, M. (1997). La escuela a examen. Madrid: Pirámide.
Llei orgànica d'Ordenació General del Sistema Educatiu (LOGSE). (1990) Recuperado de http://usuaris.tinet.cat/ccooens/materials/logse.pdf
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